Hoy día los diferentes estudios científicos han mostrado que el 85% de la dieta que consumen las personas son en su mayoría azúcar, sal y aditivos (conservantes, colorantes, acidulantes, etc.), los cuales son perjudiciales para la salud. De hecho, el consumo de alimentos muy ricos en grasas saturadas como las papas fritas, hamburguesas y comidas rápidas en general son uno de los principales malos hábitos alimenticios de las personas y son los responsables del alarmante aumento de casos de obesidad, especialmente entre los jóvenes en los Estados Unidos, pero que cada día es un problema más real y marcado en el resto del mundo.
Las estadísticas publicadas por las autoridades sanitarias como la “Secretaría de Salud federal” y otras Organizaciones No Gubernamentales (ONG’s) han revelado que aproximadamente 66 millones de estadounidenses son clínicamente obesos. Dicho de otra manera, estas personas poseen un 30% más de peso en sus cuerpos, en forma de grasa, a diferencia de su contra parte, las personas que se consideran “sanos”, en los cuales el nivel de grasa corporal es menor al 25%. todo esto es una muestra que la obesidad se está convirtiendo en una frecuencia en los Estados Unidos y cada vez más lo está haciendo en el resto del mundo y lo más probable es que continúe su tendencia hacia el futuro.
A menos que se avance en nuevas investigaciones para dar solución a las personas y enseñarles cómo perder peso rápido y fácil y, sobretodo,
